ABORDAJE Y TRATAMIENTO DE LAS DISMETRÍAS EN CONSULTA

Uno de los casos clínicos que con más frecuencia abordamos en consulta es el tratamiento de pacientes con dismetrías de miembro inferior, ya sea por dismetría de fémur, tibia, ambas o inespecífica. Me dispongo a describir un protocolo personal en el manejo de pacientes con este tipo de característica, y desde aquí os animo, compañeros, a que describáis, aportéis o rectifiquéis aquello que consideréis de interés general para el tema y hacer de todo esto un trabajo mucho más completo, con el que podamos realzar la importancia que otros profesionales del mundo de la salud no le conceden. Los objetivos terapéuticos generales a conseguir pasarían por:

  • Corrección y reequilibrio de lesiones primarias y secundarias.
  • Control en el tiempo de futuras consecuencias derivadas de la corrección.

A continuación detallare los pasos en los que divido el procedimiento terapéutico

  • Re-equilibro inmediato de pelvis, con determinación de las lesiones primarias de ambos iliacos.
    Partiendo de una clasificación inicial de dismetría inferior a la que procedería con un manejo quirúrgico (-5 cm) procederíamos a establecer el diagnostico biomecánico de ambos iliacos.
    La determinación de las lesiones pélvicas (rotación ant/post, ext/int, uplift) y su corrección pasarían por tratamiento en cabina.
  • Determinación radiológica y cuasi inmediata del tamaño REAL de la dismetría.
    La realización de una medición radiológica lo antes posible y en carga nos dará toda la información necesaria para continuar con el procedimiento terapéutico.
    La colaboración mano a mano con aquellos profesionales que agilicen el proceso terapéutico resulta fundamental en este paso.
  • Elección de la forma de corrección más apropiada y procedimiento de instauración (“alza”)
    Dependiendo del tamaño de la dismetría y no de su localización, la forma de colocación de elementos externos que eviten las compensaciones resulta imprescindible.
    A mas dismetría, mas distanciada en el tiempo deberá ser la intervención, y siempre vigilado en cabina por el fisioterapeuta a cargo del procedimiento.
  • Revisión terapéutica pautada en tiempo en función del tamaño de la dismetría. Una vez terminado el proceso de reequilibracion pélvica se establecerá un control periódico en cabina y si es necesario incluso radiológico para vigilar futuras secuelas derivadas de variaciones en la pisada o la dismetría por crecimiento del paciente.
    El control de la pisada por un podólogo de confianza resulta fundamental en estos casos, y más aun si se trata de pacientes jóvenes en los que aun no ha terminado el proceso de crecimiento.

Todos conocemos la importancia de la falta de manejo clínico de pacientes con dismetrías, ya que recibimos mas consultas por las consecuencias derivadas de ellas que por ellas en sí mismas. Por ello, reivindico la importancia de educar y concienciar a los pacientes acerca de procedimientos efectivos que les involucren en el tratamiento y valoren nuestra actuación, no solo en este área de trabajo sino en todos aquellos casos clínicos en los que nuestra presencia resulta tan necesaria.

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